Haga Un Nuevo Comienzo Con Dios

by Chip Brogden

Traducción al español por Ángel Pla

Ocasionalmente la gente escribe para pedirme consejos porque están preocupados de que no están realmente salvos. No trato de convencerlos de que algo que hicieron en el pasado es suficiente, yo simplemente les indico que deben de rendirse nuevamente, y entonces la pregunta de ser salvo se resolverá de una vez por todas.

¿Por qué un creyente no caminar de inmediato en triunfo?

Para responder a esta pregunta, vamos primero a otra pregunta: ¿Por qué un bebé recién nacido no comienza inmediatamente a correr? ¿Debemos suponer que algo está mal con un bebé cuando no puede salir de su cuna y correr por la calle? Por supuesto que no. Nos damos cuenta de que un par de piernas sanas necesitan tiempo para crecer y desarrollarse antes de que puedan ser utilizadas. Hay muchas etapas en el crecimiento de un bebé antes de que pueda caminar, mucho menos correr. No sólo las piernas, pero los músculos de la espalda, el cuello, el estómago y el brazo deben desarrollarse. En un bebé esto progresa en etapas. Al principio sólo puede quedarse en su cuna y retorcerse. Con el tiempo va a tratar de darse vuelta, levantar la cabeza, y sentadse. Luego viene gatear, pararse sin caerse, dando unos pasos con ayuda, dando unos pasos por su cuenta, y finalmente caminar sin ayuda. Luego viene el correr.

Lo sorprendente es que este proceso de aprender a correr no toma años y años de práctica y estudio. En promedio, los niños son capaces de caminar en tan sólo dieciocho meses y de correr en sólo veinticuatro meses – todo un logro increíble en un corto período de tiempo. Más allá de eso, algunos participaran en maratones o competirán en atletismo, y esto requerirá aún más crecimiento y desarrollo. Pero todo el mundo comienza de la misma manera: como un bebé

que no puede hacer nada.

Lo mismo puede decirse de los bebés espirituales; así, la Biblia nos dice: “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”1 Pedro 2:2 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)) Y “creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” 2 Pedro 3:18 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)).

Todo lo logrado por medio de la Cruz trae la plenitud de Cristo y su Irresistible Reino en el corazón de cada persona que cree. Dios “nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo ” Efesios 1: 3 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)) Este gran regalo de Cristo ha sido depositado en la profundidad del discípulo de la misma manera como una preciosa semilla está enterrada en el suelo. Contenida dentro de esa semilla es una abundante cosecha de frutas ricas. Pero no es plantar la semilla en la mañana del domingo y esperar encontrar la fruta el lunes. La semilla debe rendirse al proceso de crecimiento antes de que pueda madurar en algo que da fruto. “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. ” Juan. 12:24 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)) Esto equivale a muerte, sepultura y resurrección.

El primer paso: Rendición absoluta

En ningún lugar de la Biblia se indica que el regalo de Cristo es acompañado por una gran cantidad de emoción o sentimiento. Es el resultado de la fe: simplemente usted cree que cuando usted le pide al Señor Jesús que le haga uno de sus discípulos, Él le acepta. Realmente no es cuestión de aceptarlo a Él. Él es el Señor, si usted lo acepta o no; para ser su discípulo, Él debe aceptarlo a usted. La buena noticia es que Él aceptará a todos los que vienen a Él y se someten a Él como su Salvador y Señor.

El Apóstol Pedro no “acepto al Señor Jesús como su Salvador personal.” “Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.” Lucas 5: 8 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)) Esto no suena como una invitación, pero contiene todos los elementos de una verdadera conversión:

1) Una profunda comprensión del Yo, que no hay nada bueno en mí. Yo soy un hombre pecador, y me declaro culpable porque soy culpable. No tengo ninguna excusa. Ya no estoy convencido de mi propia justicia. Si he de ser salvo es por que será a causa de la bondad de otra persona.

2) Una auténtica revelación de Cristo: por pequeña que sea. Puede que sólo sea el más mínimo atisbo de Él pero si despierta algo dentro de nosotros y nos da un poco más de conocimiento de la persona de Cristo, entonces es suficiente. Pedro vio a Jesús y llegó a la repentina conciencia de que este hombre era diferente de sí mismo – Él era santo. Esta revelación de Cristo más tarde aumentará y se demuestra en la confesión de Pedro de que ” Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” Mateo 16:16 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)) Pero esta revelación en forma de una semilla fue plantada en Pedro el primer día que conoció al Señor.

3) Una entrega absoluta: Pedro podría haber corrido en la dirección opuesta, como tantas personas son propensas a hacer cuando se enfrentan con alguien superior a ellos mismos. En cambio, Pedro cayó de rodillas ante Jesús y le llamó, “Señor.” Las palabras no son suficientes, el corazón tiene que rendirse para confesar con la boca. En el caso de Pedro, el era del todo genuino. Jesús pudo haber rechazado a Pedro y también retirarse de el, pero no lo hizo. A Pedro (y su hermano Andrés), Jesús dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” Mateo 4:19 (Reina-Valera 1960 (RVR1960)). Por lo cual un discípulo nuevo nació.

Cuando Jesús le acepta a usted, entonces usted es salvo. Un hombre que se ahoga esta a merced de sus rescatadores; si él quiere vivir no tiene la opción de “aceptar” su amabilidad. ¡Más bien debe de dar gracias a Dios de que alguien ha aceptado el reto de salvarle! Todo lo que puede decir es: “¡Yo soy tuyo! ¡Ven a buscarme! ¡Me rindo! “Jesús no dice:”¡Acéptame!”, Él dice:”Sígueme.”

Es así de simple. ¿Se siente inaceptable, indigno? Entonces usted es exactamente el tipo de persona que El está dispuesto a aceptar. Tenga la seguridad de que Él acepta a cualquiera que se acerca a Dios y reconoce que Él es preeminente sobre ellos. Esto puede hacerse en cualquier momento, en cualquier lugar. Se puede hacer mientras usted está leyendo este libro. Sólo tiene que rendirse a Él y Él le aceptará sin falta. Los únicos que no son aceptados son los orgullosos, los hipócritas y los santurrones, ya que nunca se rendirán a nadie bajo ninguna circunstancia. Pero si tienen un momento de claridad y sinceridad, y se rinden a Él, entonces Él les aceptara también.

Ocasionalmente hay personas que me escriben para pedirme consejo porque les preocupa que realidad no están salvos. No intento convencerlos de que algo que hicieron en el pasado fue suficiente; yo simplemente los motivo a hacer una entrega fresca, entonces la pregunta de ser salvo queda resuelta de una vez por todas. De hecho, la vida de un discípulo es una vida de constante entrega a Cristo, renunciando a su propio camino para escoger Su camino. ¡Cada día es una nueva oportunidad para rendirse! Al principio es posible creer que nuestra forma es siempre la mejor manera, pero aquellos de nosotros con un poco de experiencia le dirán que el camino de Dios es siempre mejor. Siempre. Con el tiempo usted aprende a preferir Su manera sobre la nuestra: esto es una característica de la madurez espiritual. Cuando se realiza la entrega entonces el discipulado puede comenzar.

Este artículo es un extracto de El Reino Irresistible, escrito por Chip Brogden.

Chip Brogden y su esposa, Karla, dejaron el sistema religioso en 1999 para servir a los que siguen a Jesús fuera de la religión organizada. Hoy en día, la Escuela de Cristo llega a más de 135 países con un mensaje simple, coherente y centrado en Cristo.

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CHIP BROGDEN is a best-selling author, teacher, and former pastor. His writings and teachings reach more than 135 nations with a simple, consistent, Christ-centered message focusing on relationship, not religion. Learn more »

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